entrevista“Mi función no es motivar”. Llegó la hora para Felipe Contepomi, el prócer de los Pumas que se preparó años para ser su guíaPor Alejo Miranda
Todo se dio tan naturalmente que su designación pasó prácticamente inadvertida. Lógico: su nombre estaba grabado en letras de molde desde hacía dos años. No hubo sorpresa. Desde una perspectiva más amplia, la llegada de Felipe Contepomi a la conducción de los Pumas no es más que el destino casi manifiesto de una ilustre carrera como jugador y una incipiente trayectoria como entrenador. Verlo en acción alcanzaba para advertir que poseía un entendimiento del juego que le auguraba un futuro en la conducción técnica. Sus primeros pasos sirvieron antes para sumar experiencia que para volcar sus conocimientos. Hizo un máster acelerado como asistente en el poderoso Leinster, de Irlanda, y terminó de recibirse acompañando a Michael Cheika en el seleccionado argentino.